Blogger Template by Blogcrowds.

Luz roja

Nocturna clase de oscuridad obligada. Pasillos escolares, solitarios testigos de mi fugaz desnudez y de tus incesantes ganas. Estrecho espacio fotográfico convertido en refugio para saciarlas.

Alhuros de plata adhiriéndose a un papel lustroso mientras tus manos desesperadas se funden en mi piel. Vino tinto lumínico que baña mis piernas entreabiertas convirtiendo en chocolate amargo la punta de mis pechos. Maridaje perfecto para tu paladar gustoso.

'Te deseo'. Te repito a media voz lo que ya sabes, mientras tus dedos nadan en la líquida luna que fluye de mi vértice.

'Te deseo'. Me dices con voz gutural mientras mis labios te devoran con la intención de provocar la inminente erupción.

Acercándose, pasos lejanos de posibles delatores, que sólo logran que la lúbrica sensación de peligro se incremente.

'Levántate', ordenas. Mis ojos se clavan en tu lasciva mirada. Ya no hay marcha atrás. Me doblas a tu antojo, y mis gemidos en crescendo te obligan a taparme bruscamente la boca, al tiempo que con fuerza, tus dedos crueles se enredan en mi cabello.

Rendida ante ti, como tantas veces dijiste que estaría. Te sabes poderoso, dueño de mi, más que nunca.

Me llenas por completo, sacudes mi mundo, me marcas por siempre.

Terminas en cascada. Dos segundos después tocan a la puerta sin cerrojo. Sólo atino a abrochar dos botones de mi blusa. Tu olor inunda el ambiente.

'Ya es tarde', dice con una mezcla de sorna y complicidad el súbito vigilante. Un destello de lujuria se evidencía en su mirada. Lo sabe, casi lo paladea.

Nos deja ir.

0 Comments:

Post a Comment



Entrada más reciente Entrada antigua Inicio